El extractor de vacío (o ventosa obstétrica) es una herramienta que se utiliza para ayudar al nacimiento de un feto cuando hay obstáculos a su progresión espontánea. Se ha sustituido casi por completo la pinza obstétrica ahora se utiliza, al menos en Italia, muy rara vez. Existen las condiciones necesarias para que sea posible utilizar esta herramienta:
El feto se encuentra en presentación cefálica.
No hay obstáculos mecánicos (por ejemplo, tumores) a la progresión de la cabeza fetal.
La dilatación cervical es completa
La cabeza debe estar puesto (hasta ahora cuesta abajo) hacia el canal de parto.
El objetivo de la ventosa es acelerar o facilitar la fuga de la cabeza del feto
La técnica implica la aplicación de una tapa de acero sobre la cabeza del feto. Un compresor determina el aire de succión al vacío a través de un tubo y, al hacerlo, se adhieren tenazmente a la cabeza del bebé capó. El obstetra, simultáneamente con las contracciones uterinas y empujes jardines de infancia, ejerce una fuerza hacia el exterior, que provoca la liberación de la cabeza fetal. En ese momento, la ventosa se desprende al detener la ingesta y la entrega puede ser completado. La técnica es bastante seguro y requiere riesgos maternos o fetales raros. Hoy en día, hay vasos de plástico desechables parteras que han sustituido casi por completo las viejas tazas con tapa de acero. Para el éxito de la maniobra es fundamental para aplicar correctamente el instrumento cuya copa de succión debe ser colocado en el llamado "punto de inflexión" o punto de inflexión, que se encuentra tres pulgadas en la parte delantera de la fontanela posterior.
Si la aplicación de la ventosa no pasa la primera vez (el vaso se puede romper porque pierde a cabo en la cabeza fetal), se puede hacer un segundo intento.
Hay tres direcciones principales en el uso de la ventosa:
La falta de progresión de la cabeza del feto en el canal del parto (por ejemplo, debido a la falta de actividad contráctil uterina o la falta de cooperación de la mujer en la mano de obra).
El sufrimiento fetal en la segunda etapa del parto (casi siempre diagnosticado por alteraciones en la frecuencia cardíaca fetal).
Las contraindicaciones para el esfuerzo de la fase expulsiva del trabajo de parto (por ejemplo, las enfermedades del corazón materno) o incapacidad para controlar adecuadamente los empujes (neurológicos).
Las contraindicaciones para el uso de la ventosa
Prematuridad fetal.
Presentación no cefálica (cara, nalgas, los hombros y otros).
Macrosomía fetal.
Dilatación aún no se ha completado.
Desproporción feto-pélvica.
Las fracturas de la pelvis materna.
Enfermedad hemorrágica del recién nacido.
Utilidad de la técnica
No se requiere necesariamente una episiotomía.
Usted no necesita anestesia.
El daño fetal son raros y casi siempre leves y transitorios.
Riesgos bajos que otras técnicas (tales como el uso de fórceps).
Complicaciones
El bebé puede presentar una inflamación transitoria e inofensivo en el punto de aplicación de la ventosa.
Muy pocos casos de cefalohematoma o hemorragia cerebral.
El lechón entonces, a pesar de que puede incluir un cierto riesgo, es una alternativa segura al uso de fórceps durante el parto.
